sábado, 6 de diciembre de 2008

Indicadores de competitividad exterior de los países de la zona del euro: los tipos de cambio efectivos reales



El Banco Central Europeo publica periódicamente los llamados indicadores armonizados de competitividad (IAC) de los países de la zona del euro con el objetivo de evaluar la evolución de la competitividad internacional en términos de precios y costes. Estos IAC se basan en los tradicionales tipos de cambio efectivos reales, por lo que recogen tanto la evolución de un índice de tipo cambio nominal como de la ratio de precios relativos entre una economía de la Eurozona y sus socios comerciales. En el caso particular de los IAC entre los países de la zona del euro, y puesto que la moneda es común, tan sólo recogen la evolución temporal de la ratio de diversos precios relativos entre las economías de la zona del euro. Además, al tratarse de tipos de cambio “efectivos”, las ponderaciones utilizadas para cada economía nacional están construidas en base a su estructura particular del comercio exterior y, por tanto, de sus países competidores. En el primer gráfico se presentan las variaciones acumuladas entre 1999 y 2007 (Grecia desde el 2001) de los IAC basados en el comercio total (comercio intra y extracomunitario), por lo que para una economía particular se tienen en cuenta tanto los intercambios comerciales que se producen dentro de la zona del euro como los que se realizan con un grupo de 22 países no pertenecientes a la zona. Los tres IAC presentados utilizan para construir la ratio de precios relativos tres deflactores de precios alternativos: los costes laborales unitarios (CLU), el deflactor del PIB (DPIB) y el IPC. En el gráfico aparecen ordenados los países en orden decreciente en función del IAC-CLU (de mayor a menor pérdida de competitividad exterior). Dada la metodología particular utilizada para la construcción de los índices, una subida del mismo recoge una apreciación del tipo de cambio efectivo real y, por tanto, refleja una caída de la competitividad nacional con el exterior o con el conjunto de países del índice (¡¡¡atención funciona al revés de como se construye en la mayoría de los manuales de Economía Internacional!!!, como el de Krugman y Obstfeld). De la evolución de los IAC basados en el comercio total se extraen varias conclusiones importantes. En primer lugar, la mayoría de los países de la zona del euro ha registrado importantes pérdidas de competitividad exterior al haberse producido una sustancial apreciación del tipo de cambio efectivo real. Esta apreciación real se ha derivado tanto por la pérdida de competitividad en términos de precios como por la apreciación nominal del euro desde el año 2001. En segundo lugar, las pérdidas de la competitividad son muy heterogéneas y puede explicarse en mayor medida por la evolución diversa de los precios, y en menor medida por la estructura particular de comercio. En tercer lugar, por países merece la pena destacar la elevada pérdida de competitividad exterior de Grecia, Irlanda, España y Luxemburgo, lo que contrasta con la ganancia de competitividad exterior de Finlandia, Austria y sobre todo de Alemania. Por último, si bien las conclusiones cualitativas siguen siendo prácticamente las mismas, la magnitud de las pérdidas o ganancias de competitividad sí que son sensibles a la selección del deflactor de precios elegido para construir la ratio de precios relativos (CLU, DPIB o IPC). En el segundo gráfico se presenta la evolución temporal de los IAC basados en el comercio entre los países de la zona del euro (comercio intracomunitario) con la misma metodología para su construcción y con los países ordenados en el mismo orden que en el primer gráfico. Como ya se ha señalado anteriormente los IAC solo recogen ahora las pérdidas o ganancias de competitividad exterior derivadas de la evolución de los precios relativos, ya que la moneda es única y, por lo tanto, desaparece el tipo de cambio nominal como determinante de la competitividad exterior en la Eurozona (y las posibilidades de recuperar como antaño la competitividad con una devaluación de la moneda nacional). Los resultados son prácticamente los mismos que cuando se utilizaban las ponderaciones con el comercio total, aunque merece la pena destacar algunas diferencias. En primer lugar, el grupo de campeones de pérdidas acumuladas de competitividad sigue siendo el mismo, aunque España lidera ahora el grupo si no tenemos en cuenta las “peculiaridades” de Luxemburgo. En segundo lugar, se produce un cambio cualitativo para el caso de Francia, que pasa de pérdidas acumuladas a ganancias de competitividad. Por último, Alemania amplia sus diferencias positivas con el resto de la Eurozona, al liderar en mayor medida y más distancia las ganancias acumuladas de competitividad con el resto de países de la zona del euro.

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